¿Qué pueden aportar las sociedades y asociaciones para facilitar su trabajo como organizadores?
Sobre todo, el conocimiento de sus requerimientos. Es fundamental para nosotros que sepan qué es lo que están buscando a la hora de organizar un congreso: cuáles son sus objetivos, qué trayectoria han seguido para establecer un hilo conductor y una colaboración que permita un desarrollo ordenado de la actividad y de lo que buscan para sus socios y los participantes de sus convocatorias.
En cuanto a los proveedores ¿qué les pediría?
Capacidad de comunicación, que podamos optimizar nuestros recursos conociendo exactamente cuáles son los objetivos que se buscan y qué soluciones puede aportar cada uno. Evidentemente, todas las acciones conjuntas de las administraciones públicas y actores privados para la promoción de destinos y generación de actividad son fundamentales en tanto en cuanto permiten mejorar el consumo de kilómetro cero, la optimización de la imagen… necesitamos que tanto destinos como proveedores tengan la capacidad de comunicación y fluidez suficientes como para que nosotros podamos sacar el máximo partido.
¿Se encuentran con los interlocutores adecuados? ¿Ofrecen personal especializado?
Recibimos un back to basic en algunas cuestiones como la comunicación de personas a personas. Estamos dependiendo muchas veces de la comunicación virtual y con limitaciones a la hora de comunicar (en 140 caracteres en determinadas cosas…). Creo que podemos conseguir que no vayamos tan rápido en muchos aspectos de la vida: me gusta el slow food, el fast food lo consumo cuando no me queda más remedio. Esto se consigue a través de la formación pero, sobre todo, a través de la concienciación sobre la importancia de la comunicación entre las personas.
¿Qué evolución percibe en los asistentes y sus expectativas?
Los participantes en un congreso son consumidores de un servicio por el que están pagando, por lo que su nivel de exigencia ha incrementado como en cualquier otro sector. Las participantes pueden ser remotas, presenciales o totales, en un contexto en que las limitaciones en las relaciones interpersonales que ahora se pueden disfrutar sin restricciones.
¿Han aumentado la complejidad a la hora de organizar un congreso?
No lo creo, siempre ha tenido un grado de complejidad elevado por un lado, pero bajo por otro, ya que lo que hacemos es una actividad muy natural. Efectivamente necesitamos más actualización en nuevas tecnologías y más conocimientos a la hora de ofrecer este servicio. Ser organizador de congresos es una profesión preciosa que tiene un resultado muy positivo y que incide en la sociedad. Los avances científicos, sanitarios, de metodologías económicas… que emanan de los congresos generan resultados muy positivos.
¿Qué definirá al sector en los próximos años? ¿Para qué hay que estar preparado?
Viene un gran posicionamiento hacia la persona, hacia lo legal, hacia la sostenibilidad y hacia la capacidad de adaptación. Estamos viviendo un giro hacia la responsabilidad social que tenemos en las actividades que desarrollamos. El término «sostenibilidad» ha vuelto a tener una relevancia importante y cuenta con la complicidad de los consumidores de todos aquellos productos que están vinculados al universo de los congresos.
¿Están dispuestos los clientes a invertir en sostenibilidad?
Tenemos el concepto de que la sostenibilidad implica generación de costes, cuando en realidad implica inversiones. ¿Qué ha pasado en todos los contenidos impresos que salían de los congresos hace 20 años? Que se han trasladado al entorno digital y esto implica inversión en desarrolladores, almacenaje… pero nos hemos dado cuenta de que es más accesible y sostenible. Un catering sostenible no implica un mayor coste. Un consumo responsable desde el punto de vista energético en un palacio de congresos, no implica un mayor costo…
¿Considera imprescindible a las empresas del sector?
Forma totalmente implica a todo el mundo, la educación no puede depender de un solo actor y en España podemos presumir de que hace 25 años, organizando un congreso sobre medicina, no íbamos a palacios de congresos donde no había la posibilidad de separar residuos y la promoción del congreso quien exigió que lo hiciese. Lo estamos haciendo porque depende absolutamente del todo: prestador del servicio, receptor e intermediario.
¿Qué reivindica para el sector congresual?
Nos espera un futuro fantástico por el trabajo que han hecho nuestros antecesores, a nivel público y privado. Tenemos un parqué de infraestructuras y de formas de vida. Nos tenemos derecho a llorar. Disfruto de cada momento. Vivo en un punto del mundo que puedo ver cómo todo queda mejor por ejemplo que se abran más palacios de congresos, pero siempre habrá cosas que desear. Me siento muy feliz en esta profesión, sobre todo si entendemos cómo es la situación en otras partes del mundo. Lo que estoy buscando es que mejores las relaciones interpersonales, que volvamos más la cabeza del mundo y que disfrutemos de estar tranquilos, vamos demasiado deprisa todos. Sigamos formándonos en las nuevas tecnologías, pero disfrutemos de la vida.
Linkedin DAVID ABREU