¿Qué tipo de congreso organizan?
El World Energy Congress es bienal, el próximo tendrá lugar en Riad en octubre de 2026. Solía celebrarse cada tres años, pero el mundo de la energía evoluciona cada vez a más velocidad, por lo que un congreso trienal no sería relevante en este contexto.
Es el principal evento para la industria y la comunidad vinculadas al sector de la energía, con 18.000 participantes procedentes de todo el mundo, incluyendo tanto autoridades y CEOs como los profesionales más jóvenes que forman parte de nuestro programa Future Energy Leaders.
El enfoque se centra más en temas estratégicos y menos técnicos, es decir, se tratan aspectos relacionados con hacia dónde va la transición energética, la evolución en las diferentes partes del mundo, amenazas globales… con debates de alto nivel que no solo atraen a proveedores de energía o tecnología energética, sino a cualquiera con interés en el mundo de la energía, desde empresas de alto consumo energético a start-ups. Todos son bienvenidos.
¿Qué otras acciones organizan?
En los años que no organizamos congreso celebramos la World Energy Week, un evento más enfocado en la comunidad y en compartir experiencias sobre la transición energética a nivel regional, con cerca de 600 asistentes. La próxima edición será en Panamá en octubre de este año. Tanto en el marco de esta semana como en el congreso, así como en otras ocasiones puntuales, organizamos nuestro World Energy Leaders Dialogue. Se trata de jornadas de debate al más alto nivel (con la asistencia de directivos, ministros… solo por invitación) sobre los retos actuales y las posibles soluciones, en un ambiente más íntimo.
¿Ha ido evolucionando el comportamiento de los asistentes?
El congreso de 2022 en San Petersburgo se canceló por la guerra en Ucrania, por lo que pasó mucho tiempo desde 2019, cuando lo habíamos celebrado por última vez, hasta la edición de 2024. En ese período hemos podido percibir muchos cambios. Hay mayor interés en el sector de la energía, pero también más competencia a la hora de captar la atención del público.
El comportamiento de los delegados también ha cambiado, tal vez impulsado por el cambio generacional: ahora reservan más tarde y exigen más flexibilidad. No quieren congresos con muchos discursos, sino más tiempo, no solo para hacer networking, sino para tener conversaciones de igual a igual con otros delegados. Es importante incorporar estas oportunidades en el programa y crear comunidad.
¿Cómo consiguen conectar con públicos de diferentes generaciones?
Intentamos involucrar al público más joven a través del programa Future Energy Leaders, por ejemplo, siendo ellos quienes entrevistan a otros líderes.
Con este y otros grupos, se trata de pensar en formas de crear comunidad. Siempre buscamos formatos que inciten la conversación, aunque a veces es difícil conseguirlo, sobre todo cuando se trata de grandes audiencias.
Utilizamos diferentes técnicas, como incluir breves pausas en las ponencias en las que cada delegado tiene que hablar con la persona de al lado. También contamos con una excelente red de moderadores. Un buen moderador puede elevar la calidad de una sesión, consiguiendo conectar con el público de un modo más enfocado en las emociones.
¿Apuestan por los formatos híbridos?
Siempre hemos grabado las ponencias clave, incluso antes de que se hablara de formatos híbridos, y colaboramos con empresas de radiodifusión, como la cadena CNN, que a veces retransmiten alguna de nuestras sesiones. No obstante, para el congreso de 2024 decidimos no optar por el formato híbrido, porque nuestra impresión era que para la gente era muy importante juntarse dentro de una misma sala.
Además, llevar a cabo un congreso digital nos parece un reto que conlleva tanto esfuerzo como uno presencial, o incluso más. No hemos decidido aún el formato para 2026.
¿Cuáles son los mayores retos a la hora de organizar su congreso y seguir atrayendo a los asistentes?
Crear un nuevo congreso, en un nuevo destino, con nuevos proveedores y sistemas diferentes, representa cada vez que lo organizamos un reto en sí mismo.
El otro gran desafío es atraer a unos profesionales que están muy ocupados y en un entorno muy competitivo a la hora de captar su atención, por lo que es más necesario que nunca ser relevante y aportar valor.
Por otro lado, vemos una tendencia entre los delegados a quererlo todo: quieren más networking, pero eso supondría perderse ponencias que también les interesan. El desafío es cómo mezclar los espacios o integrar el contenido de forma que los delegados no sientan que se están perdiendo nada, ni parte del contenido que les interesa ni las oportunidades de networking que necesitan para hacer avanzar sus investigaciones y negocios.
Esto, sin olvidar que también hay que ofrecer espacios de valor a los patrocinadores.
¿Perciben más exigencia por parte de los patrocinadores a cambio de la inversión en su evento?
Hemos percibido mucho interés por parte de los patrocinadores para estar en nuestro próximo congreso, por lo que no diría que es más difícil. Pero es cierto que, en todas las operaciones que organizamos, tenemos que esforzarnos para conciliar lo que los equipos de marketing de los patrocinadores quieren (que suele ser una de la principales ponencias o algo destacado) y lo que los delegados más aprecian, que son las oportunidades de hablar con otros colegas y no tanto las ponencias.
¿Qué criterios consideran a la hora de elegir destino?
Tenemos criterios muy específicos con respecto a la capacidad, tanto del venue como el número de habitaciones de hotel, la conectividad aérea o la propia infraestructura local del destino para acoger el congreso.
Pero, sobre todo, requerimos el apoyo político del gobierno, incluyendo en esto el apoyo financiero. El destino anfitrión debe contribuir al presupuesto de nuestra operación. En todos los casos, las candidaturas se presentan a nuestros miembros y son ellos quienes votan dónde se celebrará el siguiente congreso.
La sostenibilidad ¿forma parte de los criterios clave?
Por supuesto, pero no con respecto a lo que el destino ya hace en cuanto a medidas sostenibles. Lo que buscamos es cómo ser sede del congreso puede contribuir a que el destino mejore en sostenibilidad y podamos favorecer su transición energética, cómo va a ayudar al país, a sus ciudadanos y a la comunidad a alcanzar sus objetivos de desarrollo sostenible.
¿Han incorporado la IA o desarrollado acciones en el metaverso?
Estamos todavía en fase de descubrimiento y es difícil saber qué tecnología implementaremos en 2026, ya que todo evoluciona muy rápidamente. Pero creo que la IA y el metaverso pueden jugar un papel importante para mejorar el engagement con respecto a la transición energética. Hay cosas que podríamos hacer en el metaverso que antes eran impensables. Por ejemplo, visitas externas al programa del congreso: sería estupendo ofrecer a los delegados una visita a una central nuclear en el metaverso.