¿Nos puede describir su sociedad?
En la SERAM englobamos a todos los especialistas en diagnóstico por imagen. Nuestra sociedad es una de las más grandes del país y, la especialidad, una de las más importantes: más del 80% de los diagnósticos de España pasan por nosotros. Somos aproximadamente 7.500 socios, de los cuales más de 6.000 son españoles y el resto internacionales. La parte médica representa el 99%. El 1% restante lo componen técnicos en radiodiagnóstico. Como cualquier sociedad médica-científica, nuestro rol es la formación continuada del especialista y, en nuestro caso, hemos añadido algo bastante importante que es la visibilidad de la radiología tanto en la especialidad como en la ciudadanía.
¿Cómo desarrollan las acciones de formación?
Tenemos dos líneas muy claras y definidas. Una es la formación online, que nos está dando un alcance importante en Latinoamérica, para la que contamos con una plataforma propia un tanto especial, ya que necesitamos especificaciones que permitan visualizar correctamente una imagen diagnóstica. La otra línea incluye toda la formación presencial, con todos los congresos y cursos de formación que organizamos para los distintos perfiles. Desde el congreso nacional que hacemos cada dos años –y que este año tendrá lugar en Barcelona–, hasta los congresos de nuestras once “supraespecialidades”, pasando por cursos de formación específicos para la incorporación de nuevos especialistas, a los que les damos una formación más avanzada dentro de su especialidad. Estamos apostando por la presencialidad en la mayor parte de los casos, aunque algunos son grabados y editados para ser posteriormente publicados en la plataforma y lograr un mayor alcance. Pero no hacemos formatos híbridos.
¿Qué modelo de financiación manejan como sociedad?
Básicamente, nuestra base financiera se sostiene con el socio, que abona una cuota –dependiendo del perfil que tenga–. Por otro, contamos con patrocinios, aunque estamos evolucionando en el modelo de gestión, considerándolos también socios. De hecho, les involucramos en reuniones de seguimiento para que también participen en la evolución de la sociedad. La tercera fuente de ingresos son las cuotas de inscripción en las distintas acciones, que cubren los gastos que surgen en este sentido.
Por tanto, ¿los patrocinadores no lo son solo de los congresos, sino también de la sociedad?
Así es. Por un lado están los participantes y patrocinadores de los congresos, y por otro los patronos, que no lo son como tal, que anualmente depositan su confianza en nosotros y que aparecen en nuestra página web.
¿Percibe más exigencia en los patrocinadores?
No es un tema de exigencia, sino de entender cómo funciona la industria, ya que tiene un core comercial y los patrocinadores deben tener un retorno de la inversión. Ellos también necesitan invertir en I+D, apoyar la investigación, y eso lo consiguen a través de los profesionales sanitarios, así que si conseguimos hacer un win-win en ese sentido, las cosas funcionan. Nosotros necesitamos su apoyo para organizar actividades, sacar adelante becas, gestionar mayor cantidad de formación e investigación; y ellos nos necesitan a nosotros a la hora de poder desarrollar proyectos, ideas, etc.
¿Hacia dónde va la demanda de la industria?
El paradigma ha cambiado, ahora no es una cuestión de datos y de saber quién ha asistido o no a un congreso, ahora interesa saber cuáles son las necesidades reales que tiene el profesional sanitario. Estamos haciendo internamente encuestas a nuestros socios para que nos digan qué necesitan a nivel formativo, y en muchos otros aspectos, y lo compartimos con la industria para que cada uno elija el contenido que más le interesa. Todo esto, además, lo hemos reforzado ahora con la incorporación de personal de prensa a la propia sociedad, para que la comunicación que hacemos sea muy clara, direccionada y estudiada, desde el punto de vista de cómo tiene que llegar a cada uno de los especialistas, stakeholders o población. También estamos trabajando en una página web para el paciente.
¿Hacen más acciones dirigidas al gran público?
Estamos empezando a trabajar poco a poco con hospitales, fundaciones, pacientes e incluso con sociedades paralelas. Por ejemplo, acabamos de firmar un acuerdo con la Sociedad Española de Medicina General, con la que hemos creado una formación básica de análisis de imágenes. También estamos trabajando con determinados proyectos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.
¿Cuentan con un OPC u organizan sus acciones internamente?
Cuando una operación es grande, trabajamos con un OPC –Viajes Pacífico–, para que nos maneje toda la parte de secretaría técnica. Aunque cada vez somos más los gerentes de sociedades que venimos de la organización de congresos y eventos y de la relación con la industria, y estamos agilizando más algunos procesos. Nos interesa que el OPC vaya por delante y sea resolutivo ante las situaciones que se presentan.
¿Cómo están evolucionando los formatos de sus congresos y eventos?
Estamos modificando algunas cosas, entre ellas, las típicas charlas de profesores expertos, que ya están disponibles en Internet. Lo que buscamos son más mesas de controversia, talleres, situaciones en las que podamos presentar casos de éxito y de fracaso… La participación tiene que ser cada vez más activa, tanto del profesional sanitario que asiste como de los ponentes. Por supuesto, asistir a la presentación de un caso de investigación por parte de una eminencia en la materia también nos va a permitir aumentar el interés. Por otro lado, está la generalidad y la “supraespecialidad”. Cada vez somos más especialistas y tenemos que hacernos más especialistas aún. Por ejemplo, tenemos el área de neuroradiología, de mama, de abdomen, de intervencionismo… que son muy específicas. Toda la parte formativa recae en nuestra sociedad.
¿Cree que los formatos clásicos de congreso siguen funcionando?
Un profesional va a un congreso a trabajar y a formarse y hay cosas que no va a poder conseguir si no asiste de forma presencial. Por ejemplo, en el momento del coffee break puede charlar con otros profesionales que pueden ayudarle en su día a día. El networking sigue siendo fundamental y por ello nosotros también apostamos por la presencialidad. Los talleres, las controversias… solo pueden darse en este tipo de formato. Nuestra industria cada vez avanza más y los formatos antiguos de grandes exposiciones comerciales con stands, a lo mejor ya no son tan necesarios. De hecho, en nuestro congreso de 2024 hemos reducido el espacio máximo de contratación de 100 m2 a 50 m2. También hemos creado para este año un “IA córner”, donde vamos a presentar novedades y evoluciones en nuestra industria, un área nueva que no existe en casi ninguna especialidad.
¿En qué se basan para elegir sede?
Oficialmente, necesitamos que haya un presidente local, que alguien presente la candidatura de su ciudad, área, entorno… porque necesitamos que haya una implicación local. Obviamente hay unas premisas mínimas. Por ejemplo, para nuestro congreso nacional –al que asisten entre 2.500 y 3.000 personas– necesitamos doce salas paralelas, por lo que no nos vale cualquier sitio. También buscamos que haya una rotación.
¿Pesan las subvenciones de los destinos en la decisión final?
No, pero ayudan. Hay que tener en cuenta que las subvenciones como tal pueden ser interesantes, pero hay de muchos tipos: económico, en forma de apoyo de otro tipo al congreso, colaboración en el proyecto de legado… En muchos aspectos sí tiene peso, se valora y sí se toma como contraprestación. Pero lo principal es el desarrollo de la ciencia y tenemos que buscar el sitio donde mejor podamos desarrollar el congreso para que las inversiones que hacen nuestros socios y patrocinadores les hagan quedar satisfechos.
¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan para seguir atrayendo a los asistentes?
Ahora mismo estamos en nuestro máximo de asistencia –con 2.500-3.000 delegados por congreso– y, aunque sabemos que hay mucha gente a la que le gustaría asistir, nuestro límite está marcado por dar un buen servicio a la sociedad y no dejar las consultas médicas bajo mínimos. No obstante, pese a estar bien consolidados en términos de asistencia, buscamos siempre ofrecer programas científicos de alta gama, que creamos nosotros mismos, a través de nuestro comité científico, involucrando a las diferentes áreas y supraespecialidades representadas mediante vocalías.
¿Qué papel juega el compliance?
Realmente no nos limita y simplemente hay que adaptarse a lo que corresponde en cada normativa. Nosotros charlamos mensualmente con FENIN (Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria), principal entidad reguladora para nuestra industria, y les invit
amos a nuestros congresos para que participen de forma proactiva. Hacemos esto porque consideramos que llevamos a cabo las cosas correctamente.
A la hora de elegir proveedores, ¿tenéis en cuenta criterios de sostenibilidad?
En la SERAM creemos firmemente en la sostenibilidad y en la responsabilidad social, son aspectos fundamentales que nos deben guiar en todas nuestras acciones y elecciones. Pero consiste en adaptarse a la sociedad actual. En nuestra organización damos por hecho que esos principios son esenciales y que todo el mundo intenta integrarlos en su propia cultura de empresa y asociación. Por tanto, buscamos proveedores que estén bien consolidados profesionalmente y, que, por supuesto, entendemos que cumplen con esas prácticas saludables.
LinkedIn JOSÉ DOMINGO MARTÍN