Qué tendencias percibe en cuanto a las asociaciones y sus congresos?¿Son receptivas a la necesidad de dejar atrás ciertos formatos demasiado clásicos?
Las sociedades y asociaciones científicas continúan apostando firmemente por la celebración de congresos, y esta tendencia se mantiene en crecimiento. No obstante, se ha observado un aumento en la creación de grupos de trabajo dentro de estas entidades que promueven la organización de reuniones más especializadas y enfocadas en áreas concretas de las especialidades.
La adopción de nuevos formatos en los congresos varía según el área médica. Mientras algunas disciplinas mantienen un enfoque más tradicional, otras están comenzando a integrar innovaciones de manera progresiva, aunque generalmente limitadas a segmentos específicos del programa científico. A día de hoy, una transformación radical del formato clásico de los congresos sigue siendo un desafío complejo, dado el arraigo a los modelos tradicionales.
¿Hacia dónde cree que deben evolucionar esos formatos para que sean más atractivos, sobre todo de cara a las generaciones más jóvenes?
El atractivo de los congresos no depende exclusivamente del formato, sino de múltiples factores que influyen en la experiencia del asistente, como la calidad del contenido científico, la relevancia de los ponentes y la inclusión de actividades prácticas, especialmente dirigidas a residentes y jóvenes profesionales, etc.
Si bien las conferencias magistrales extensas están dando paso a intervenciones más dinámicas y concisas, hemos observado que los asistentes valoran especialmente la posibilidad de participar activamente en las sesiones científicas. Recurrir a acciones como las votaciones en tiempo real o la resolución de casos clínicos de manera interactiva contribuyen a generar un mayor compromiso y hacen que la experiencia formativa de los asistentes a los congresos sea más enriquecedora.
¿Hay algunos aspectos especialmente difíciles de cambiar?
Uno de los principales desafíos en la organización de congresos científicos es el equilibrio entre la innovación y la preservación de los formatos que han demostrado ser eficaces a lo largo del tiempo. Los comités organizadores y científicos suelen adoptar una postura conservadora en este sentido, con el argumento de que no es necesario cambiar aquello que funciona bien. Y, en muchos casos, tienen razón.
No obstante, es importante que los congresos se mantengan abiertos a la evolución, los cambios deben responder a una necesidad real y no imponerse por simple tendencia.
¿Están entrando las generaciones más jóvenes en los comités de organización?
En algunos casos observo una mayor apertura hacia la participación de jóvenes profesionales, quienes aportan nuevas perspectivas, dinamismo e innovación en los formatos y contenidos de los congresos. En los últimos que hemos organizado, hemos asistido a la creación de grupos de trabajo o comités específicos para jóvenes dentro de las sociedades científicas.
¿Qué opinión le merecen las opciones híbridas y virtuales/metaverso?
Han sido una solución clave en momentos críticos para el sector. Sin embargo, considero que en la actualidad su utilidad es mayormente efectiva para sesiones breves, de una o dos horas, y no para la totalidad de un congreso. La experiencia presencial va más allá de las ponencias y talleres; el valor añadido radica en la interacción directa entre los asistentes, algo que el formato virtual no puede replicar completamente.
Lo mismo ocurre desde la perspectiva de los patrocinadores, que buscan un contacto directo con los participantes para generar relaciones y oportunidades de colaboración de manera más efectiva.
¿Es cada vez más difícil conseguir patrocinios?
La dificultad varía según la especialidad médica y la trayectoria de cada sociedad científica. En general, los congresos y reuniones bien establecidos suelen mantener el apoyo de patrocinadores, aunque con ligeras variaciones en las condiciones.
Sin embargo, en los últimos años hemos observado que el proceso de tramitación de patrocinios se ha vuelto más exigente, con un mayor enfoque en la calidad del contenido científico y en la garantía de una asistencia presencial significativa.
Otro factor relevante es que muchos laboratorios y empresas del sector científico-médico están optando por organizar sus propios eventos, lo que en algunos casos ha reducido su inversión en congresos externos. A pesar de estos desafíos, los congresos siguen siendo una plataforma clave para la divulgación científica, la formación continua y el networking, lo que les permite seguir atrayendo el interés de patrocinadores estratégicos.
Para mantener y fortalecer el apoyo financiero, es fundamental ofrecer propuestas de valor claras, destacando no solo el impacto del congreso en la comunidad científica, sino también las oportunidades de interacción directa con los asistentes y la visibilidad que pueden obtener.
Cómo percibe a los proveedores ¿cree que entienden sus necesidades como OPC? ¿en qué se podría mejorar?
Trabajar con proveedores de confianza es fundamental y la clave del éxito de un congreso. De nada sirve trabajar durante dos años en una edición para que durante los tres días que dure la reunión los proveedores no respondan con la exigencia y profesionalidad necesarias. Muchas veces no es cuestión de presupuesto, sino de calidad en el servicio.
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