¿Cómo ha evolucionado su participación en los congresos?
Podemos hablar de un antes y después de la pandemia, ya que nos ha permitido definir cómo implicarnos hoy en día en ellos. Durante la pandemia nos volvimos 100% digitales y pudimos seguir ofreciéndoles a nuestros médicos formación continua a través de becas digitales. Fue un gran acierto trasladarnos al entorno virtual y plantearnos nuevos retos. También nos permitió tener presencia en muchos más congresos en comparación a cuando eran todos presenciales. Hoy en día, muy pocas entidades ofrecen congresos híbridos y se ha regresado al formato presencial.
A partir de esa pausa en la presencialidad, y dado que para nosotros lo más importante sigue siendo poder asegurar la formación continua de nuestros profesionales de la salud, pudimos establecer mejor cuáles eran las mejores oportunidades. Por eso actualmente somos muy cuidadosos y selectivos a la hora de elegir nuestras inversiones. Hoy en día, y según los objetivos de cada una de nuestras franquicias, determinamos en una planificación anual en qué congresos tendremos mejores oportunidades.
¿En qué consiste su participación?
Por un lado están las becas que nos permiten hacer asistir a nuestros profesionales; otro modo de participar es con stand comercial cuando el enfoque lo permite y, por último, en la forma de simposios organizados al 100% por nosotros con el objetivo de compartir información dentro del marco del congreso.
¿Hasta qué punto los límites del compliance frenan su participación?
Actualmente las políticas de compliance están muy alineadas con nuestros intereses. Son pocos los casos en los que el organizador decide que el congreso tenga lugar en la playa o en una sede turística, ya que aquí en México buscamos que sean sedes enfocadas a negocios, de fácil acceso y con hoteles destinados a favorecer las estancias profesionales. Buscamos que no se cruce la línea que conduce a un resort, un espacio de lujo o una atracción turística… de tal modo que se fomente estar totalmente concentrados en el programa educativo. Actualmente cada vez son menos los congresos en los que nos enfrentamos a este tipo de criterios que nos impiden participar.
¿Considera que los formatos propuestos son atractivos?
Creo que todavía tenemos que ir mucho más allá. Por la reactivación, hubo muchos compromisos que cumplir, agendas que cerrar y congresos pendientes de realizar. Pero ya deberíamos dar un paso hacia adelante. Nosotros buscamos construir un journey educativo para nuestros médicos que vaya más allá de la asistencia y regresar. Buscamos que, desde que decida asistir al congreso, pueda recibir información que le permita planificar mejor qué extraer del desplazamiento, perfilar su actividad una vez allí… y no llegar, recibir el gafete y el caos que a veces nos encontramos a la hora de decidir cómo optimizar el tiempo porque las agendas están muy saturadas. También hace falta un post evento en el que exista la oportunidad de hacer seguimiento sobre qué se hizo, qué resoluciones hubo, qué se presentó, cómo podrá el asistente aplicarlo a sus prácticas médicas… porque si no, nos quedamos en lo de siempre: un check en la casilla “asistió” o “no asistió”.
¿Qué opina de los formatos híbridos?
Soy una gran amante de lo híbrido bien hecho. No creo que híbrido tenga que ver con la retransmisión íntegra del contenido del congreso, sino con la posibilidad de que profesionales que por distintos motivos no pueden estar presentes sean partícipes del mismo. Para ello tiene que haber contenidos adaptados a las dos audiencias, la presencial y la virtual, y contar con un post congreso que permita revivir determinados momentos o generar conversaciones remotas. La audiencia digital tiene que poder extraer lo más interesante de la edición presencial, ya que no van a poder beneficiarse de momentos como los destinados al networking o al intercambio de ideas con otros colegas in situ… Creo que debería mantenerse el formato híbrido, pero bien estructurado.
¿Contemplan comunicar a través del metaverso?
Estamos en una fase totalmente experimental, como nos ocurrió cuando tuvimos que trasladarnos al entorno remoto y digital, hasta que conseguimos encontrar sobre qué y para qué podía sernos útil. Ya estamos desarrollando acciones dentro del metaverso para acercarnos de una manera diferente a la educación.
Pero no creo que sea buena idea replicar formatos que ya existen, sino que el metaverso debe permitirnos explorar posibilidades que de otra manera no podríamos abordar. De momento, estamos viendo qué podemos hacer, qué no hemos hecho… ya que el metaverso nos da la oportunidad, no de imaginar, sino de sumergirnos, y esta es la gran diferencia con lo que ya conocemos en digital.
¿Se seguirá reduciendo la inversión en congresos?
Estamos haciendo una selección muy exhaustiva de todo aquello en lo que participamos porque nuestro objetivo principal es favorecer los milagros de la ciencia y, para eso, necesitamos invertir en desarrollo e innovación constantes. Tenemos grandes lanzamientos por delante por lo que nuestra inversión en congresos y eventos tiene que ser mucho más precisa, incluso la calificaría de “quirúrgica”. Por eso, hace cuatro años, Sanofi decidió invertir en el desarrollo de la metodología RCQ (Reach, cost and quality) que nos ayuda a identificar cómo orientar nuestras inversiones a partir del alcance que tenemos, el coste que representa y la calidad de lo obtenido. Mapeamos todos los congresos y eventos y la herramienta nos ayuda a decidir hacia dónde llevar la inversión. En ese análisis incluimos los congresos en los que ya participábamos. A raíz de este análisis decidimos reducir de manera cuantiosa el número de participantes que enviamos a los congresos.
Nuestra estrategia multicanal también nos lleva a apostar por otras vías de comunicación. No obstante, pienso que el congreso sigue siendo algo muy relevante si está construido de tal modo que se tengan en cuenta todos los puntos de vista. Cuando un profesional consigue encontrar en un congreso lo que es relevante dentro de su práctica, su asistencia es sinónimo de éxito.
¿Cree que los organizadores están sabiendo adaptarse a sus necesidades?
Creo que se ha vuelto a lo que hacíamos antes de la pandemia, cuando ya no es lo que necesitamos ahora, las audiencias no son las mismas. Por eso es necesario planificar mejor para que sea más fácil conseguir un mayor rendimiento de la asistencia a un congreso. Necesitamos saber qué pasó dentro del congreso, saber si un profesional ha estado o no en una ponencia no nos sirve de nada, necesitamos extraer mucha más información: qué sucedió, cuánto tiempo se dedicó a una actividad, en qué grado participó, cómo aplicó esto a su práctica médica… y hoy disponemos de la tecnología necesaria para saber todo esto.
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